En un tribunal, le pregunta el fiscal a un testigo: -¿Es cierto que el día de los hechos usted se acordó de los muertos del denunciante, y maldijo a su madre y llamó cerdo a su padre? Y dice el acusado: -No, hombre... esto es mentira. Yo estaba tan tranquilamente trabajando en la fundición y entonces le dije: Alberto, por favor, ¿no ves que me has tirado todo el acero fundido por la espalda y que es una sensación muy desagradable? Ten un poco de cuidado, por favor.