Una pareja joven, con un niño de cinco años, estaba ya cansada de que el pequeño les interrumpiera en los momentos más inoportunos mientras hacían el amor. Al fin, al padre se le ocurre una solución: -Mira Pepito, tu mamá y yo vamos a hablar de nuestras cosas aquí al lado, en el dormitorio. Sé un niño bueno, asómate a la ventana y vete contándonos lo que veas, ¿vale? El nene comienza -Hay una señora paseando a su perro... Un autobús rojo está pasando... Los vecinos de enfrente haciendo el amor otra vez... -¿Cómo sabes tu eso? -Gritan los padres. -¡Es que su hijo pequeño también está asomado a la ventana, haciendo el gilipollas como yo...!