Libro de chistes cortos buenos

Un hombre llega de noche a su casa, algo entonadillo, con ganas de darle una sorpresa a su esposa. Entra al cuarto, y con la luz apagada, se desnuda, se mete en el lecho conyugal y comienza a acariciarla. Ella, reaccionando de inmediato se subió sobre él, e hicieron el amor de forma variada e impetuosa. Terminado el acto, nuestro hombre fue al baño y al abrir la puerta, encontró a su esposa secándose con una toalla. Sorprendido le dijo: -¿Cómo? ¿Tú no estabas ahora mismo en la cama? -No, me estaba bañando. -Entonces con quién hice el amor. -¡Mamáaa! ¿Por qué no has dicho nada? -Tú ya sabes nena, que yo con este no me hablo.