Libro de chistes cortos buenos

Resulta que está un anciano haciendo su testamento con el abogado, y dice el viejo: -Y mi última voluntad es que me entierren con música. A lo que respondió el abogado: -No faltaba más, señor Sanchez. Pero dígame, una cosita nada más, ¿qué tipo de música le gustaría escuchar?