Libro de chistes cortos buenos

La señora entra en la farmacia un tanto desesperada y el joven y descarado farmacéutico le pregunta: -Hola, ¿desea algo? -Hola buenas. En realidad es para mi marido que no va muy bien en la cama. Estoy decidida a resolver esto. Tiene que haber algo. ¿Podría ayudarme a ponerlo como un toro? -Si claro guapa, entra en esa habitación y quítate la ropa. Lo primero que necesita es tener cuernos.