Un día estaban un santiagueno y un tucumano debatiendo sobre sus pueblos argentinos. El tucumano toma la iniciativa y comienza a denostar al barrio del santiagueno: -Donde vos vivís es una porquería, es un lugar tenebroso, malo y feo. A tal punto de que ni asfalto tienen, son un desastre, ¿o no? -Pero claro que tenemos asfalto, ¡maldito tucumano! -Así que tienen asfalto, y a donde que no se ve? -Lo tenemos debajo de la tierra ¡para que no nos lo roben los tucumanos!