Libro de chistes cortos buenos

Había un hombre que no podía tener hijos y en esto que fue al médico para ver si podía ayudarlo. El médico, para poder diagnosticar necesitaba ciertas pruebas así que le dio un tarro y lo mandó para casa, con la idea que vuelva al cabo de 5 días y traiga el tarro lleno de semen. En la consulta el paciente confiesa: -Verá doctor Prieto, no hay manera... Ha probado primero con la mano derecha, y nada... Luego con la mano izquierda y peor todavía. Pedí ayuda y mi mujer con las 2 manos, pero no había manera. !Hasta colaboró mi suegra con los dientes! Pero no hubo manera de abrir el tarro.