Libro de chistes cortos buenos

Va un polaco al club donde hay una actuación muy especial con un ventrílocuo y su muñeco, que contaba unos chistes muy graciosos. Al polaco le hacen gracia pero de repente cuenta uno de polacos, se molesta y grita: -Oiga, deje a los polacos en paz -Perdón, no quería ofender... -Usted cállese que la cosa va con el enanito que tiene en el hombro.