Libro de chistes cortos buenos

Una señora con muchos aires de grandeza va a comprar a una frutería. Su perrito chiguagua empieza a olisquear la fruta y al final el frutero le llama finamente la atención: -Señora por favor, mire a su perro. -Fifí, deja de lamer la fruta... ¿No ves que no la han lavado?