Libro de chistes cortos buenos

El comisario interroga a un ladrón. -O sea, que ¿quieres hacernos creer que no robaste el brazalete, sino que te lo encontraste? -Sí, señor. -¿Y por qué no lo llevaste a la oficina de objetos perdidos? -Iba a hacerlo, pero entonces vi que llevaba una inscripción que decía: Tuyo para siempre.