En el autobús, un señor se percata de que Pepito lo está mirando con insistencia. Al cabo de un poco le dice, molesto: -Eh, niño, ¿por qué me miras asÃ? -Porque, aparte del bigote, ¡es usted idéntico a mi mi tÃa Teresita! -¡Pero si yo no tengo bigote! -Por eso lo digo.