El profesor le pregunta al alumno: -A ver, niño, ¿cuántos ojos tenemos? El alumno se toma su tiempo para pensarlo y por fin responde: -¡Cuatro! -Pero, ¿qué dices? ¡Vaya animalada! -grita el profesor. -Pues claro, señor profesor, cuatro: ¡dos usted y dos yo!