Un paciente acude por primera vez a la consulta de un médico. El doctor comienza con las preguntas habituales: -¿Qué tal anda de apetito? -¡Bien! ¡Tengo un hambre de lobo! -¿Y de sueño? ¿Duerme bien? -¡Estupendamente! ¡Como un lirón! -¿Y trabaja mucho? -¡Como un mulo! -¿Bebe mucha agua? -¡Más que un camello! -Pues entonces, ¿no cree que lo mejor sería que lo visitase un veterinario?