Libro de chistes cortos buenos

Un hombre que está viajando en tren explica: -¡Yo soy un célebre profesor, y cuando hablo todo el mundo me escucha con la boca abierta! Un señor que está a su lado sonría y le dice: -¡Pues a mí me pasa lo mismo! -Ah, entonces ¿usted también es profesor? -¡No, no, que va! Yo soy... ¡dentista!