Libro de chistes cortos buenos

Una mañana cualquiera, un grupo de albañiles entra en la bar que siempre frecuentan. Entre ellos hay un pingüino, con su mono de trabajo, su capazo para el cemento, su cinturón de herramientas... Cuando terminan la jornada en la obra se reencuentran en el bar, y allí coinciden con el director de un circo que dice estar al borde de la ruina y que solo se salvaría si encontrase una atracción única, nunca vista. El dueño del bar le habla del pingüino albañil y se lo presenta. El director del circo, convencido de haber hallado la solución a sus problemas, le dice al pingüino: -¡Te ofrezco un trabajo fantástico! ¡Con el circo ganarás muchísimo dinero, verás mundo, te harás famoso...! -Todo eso está muy bien -le responde el pingüino-, pero lo que no acabo de entender es qué pinta un albañil en un circo...