Libro de chistes cortos buenos

Había una vez dos hermanos gemelos muy muy avaros, terriblemente avaros. A los veinte años, uno de los dos se fue a América. Treinta años más tarde, regresa y abraza a su hermano. El recién llegado se lo queda mirando y le dice: -¡Hermano mío! ¡Es increíble! ¡Cómo te ha crecido la barba! ¡La tienes larguísima! -Hombre, ¿y qué querías? Cuando te fuiste te llevaste la maquinilla de afeitar...