Libro de chistes cortos buenos

Suena el teléfono en casa de los López. La señora López descuelga y exclama: -No... no... noooo, ¡no me lo digas!, no puede ser... es increíble... Guarda silencio un instante, escucha y vuelve a decir: -Oh, no... noooo, ¡no me lo digas!, no puede ser... es increíble... Y al fin cuelga. El señor López, intrigado, le pregunta -¿Qué ha pasado? Y la señora López le responde: -¡¡¡No lo sé, al final no me lo ha dicho!!!