Libro de chistes cortos buenos

Una rata muy mema le dice a otra: -Recuerda siempre lo que voy a decirte: ¡jamás le prestes el ordenador a un pingüino! La otra rata le pregunta: -¿Y por qué no puedo prestarle mi ordenador a un pingüino? -¡Porque el agua que le gotea de las aletas estropearía el teclado!