Libro de chistes cortos buenos

Un loco comparece ante un juez. -Se le acusa de haberle lanzado tomates a su vecino. -Sí, es verdad, fui yo quien se los lanzó. -Pero no me diga que unos simples tomates pudieron causarle esos chichones tan grandes... -¡En que no pude encontrar tomates naturales y tuve que usar tomates en lata!