Un señor que está e viaje de negocios pasa la noche en un hotel. Al día siguiente nota una molesta picazón por todo el cuerpo. Y cuando llega a casa rascándose sin parar, descubre que está lleno de pulgas. Coge el teléfono hecho una furia, y llama al hotel donde había pernoctado. -¡Después de pasar la noche en su hotel -le reprocha al conserje- he llegado a casa con un montón de pulgas encima! -Ah, ¿ha sido usted? -le responde el conserje más bien molesto -¡Pues si hace el favor de devolvérnoslas!