Tras una larga y accidentada persecución, la policía atrapa a un malhechor y lo interroga. -¿Por qué le has robado el reloj a esa señora? -Yo no le he robado nada -se justifica el ladrón-. Ella me lo dio. -¿Cuándo te lo dio? -¡Cuando le enseñé la pistola!