Un señor va a un restaurante, se acomoda, dispuesto a almorzar, cuando de pronto ve una cucaracha paseándose por debajo de la mesa. -¡Camarero, camarero! ¡Hay una cucaracha debajo de la mesa! -¡Tranquilo! -le dice el camarero-. ¡Lo que ha pasado es que nos hemos dejado abierta la puerta de la cocina!