Un turista pasea por un prado y ve una vaca pastando. El turista el cielo y se dice a sí mismo: -No me extrañaría que lloviera... La vaca también ira hacia arriba y a continuación le dice al turista: -¡Lloverá seguro! El turista se queda blanco y está a punto de desmayarse, pero logra recuperarse y corre hasta un casa de campo cercana. Sale el campesino dueño de la casa y el turista le pregunta: -Disculpe, ¿es suya esa vaca que en el prado? -Sí, ¿por qué? -¡Porque habla! ¡Ha dicho que lloverá seguro! El campesino sacude la cabeza y dice: -Bah, no le haga mucho caso... ¡Suele equivocarse!