Un señor entra en una tienda de deportes. -Quisiera un paracaídas. -Muy bien, tenemos éste, totalmente garantizado. El cliente pregunta, receloso: -¿Garantizado? ¿De verdad? -Ya lo creo. Mire, usted tira de la cuerdecita roja y el paracaída se abre. -¿Y si no se abre? -¡Tira de la cuerdecita amarilla! -¿Y si no se abre? -Tira de la cuerdecita lila? -¿Y si no se abre? -Pues mire, entonces me lo trae... ¡y le devolveré el dinero!