Max y Moritz están dando un paseo por el barrio de éste último. En un momento dado se cruzan con un gato negro, que al verlos maúlla: -¡Buenos días, Moritz! Max se queda patidifuso: -¡Has oído eso! ¡Es increíble! -¿Te parece increíble? -le pregunta Moritz-. Bah, no veo por qué... ¡en este barrio nos conocemos todos!