Un joven atleta llega a casa muy enfadado porque acaban de descalificarlo. Su madre le pregunta qué ha sucedido: -¡Todo ha sido por culpa del perro! -explica el chico-. ¡Ya te dije que no era buena idea llevármelo a la competición! -¿Por qué? ¿Qué ha hecho? -¡Cada vez que yo lanzaba la jabalina, salía corriendo tras ella y me la traía!