Un turista observa un gran rebaño de ovejas pastando, se acerca al pastor y le dice: -¡Buenos días! Tiene usted un rebaño muy numeroso. ¿Cuántas ovejas debe de haber en total? -¡Pues la verdad es que no tengo ni idea -le confiesa el pastor-, cada vez que intento contarlas, me acabo durmiendo!