Libro de chistes cortos buenos

Un hombre de ciudad detiene su Maserati junto a un campesino que hacía autoestop en la carretera acompañado de su vaca. -Usted puede subir, pero la vaca no cabe... -¡No se preocupe por la vaca, ella nos seguirá corriendo! El conductor no da crédito a lo que oye: -Pero ¿cómo quiere que nos siga? El campesino esboza una sonrisa y le dice: -¡Usted arranque, y ya verá! ¡Conozco bien a mi vaca! El conductor pone la primera... La vaca sigue al coche... Pone la segunda... La vaca sigue al coche... El conductor pone la tercera... La vaca sigue al coche... Pone la cuarta... La vaca lo sigue... El conductor, alucinado, acelera, acelera cada vez más. Por fin, mira por el retrovisor y ve que la vaca saca la lengua. Se vuelve hacia el campesino y le dice: -Su vaca ha sacado la lengua, eso significa que ahora sí está cansada. El campesino se da un buen hartón de reír y le replica: -No, hombre no, ¡qué va a estar cansada! ¡Lo que pasa es que usa la lengua como intermitente, le est