Una padre primerizo está solo en casa con su hijito enfermo. Llama al médico: -¡Doctor, doctor, mi hijo tiene cuarenta de fiebre! El médico acude a toda prisa y cuando llega lo primero que hace es ponerle el termómetro al niño. -¿Por qué me ha dicho que estaba a cuarenta? ¡Tiene treinta y seis con cuatro! -Pues claro, ¿y cuánto son treinta y seis más cuatro? Pues cuarenta, ¿no?