Libro de chistes cortos buenos

Una señora entra en la charcutería y le dice al dependiente: -¡Ayer me devolvió mal el cambio, se equivocó de veinte euros! E dependiente le dice con malos modos: -¡Lo siento, señora, pero ya es demasiado tarde... tendría que habérmelo dicho ayer! La señora se ríe y le responde: -Ah, si usted dice que es demasiado tarde... ¡me parece perfecto! ¡Me quedo los veinte euros de más que me dio y santas pascuas!