Tras finalizar el juicio, un abogado le pregunta a su defendido: -Ahora que ya ha sido absuelto y todo ha acabado bien, dígame, sinceramente: ¿fue usted quien robó el banco? -¡Señor letrado -le responde el ladrón-, yo diría que sí, pero su alegato ante el jurado ha sido tan convincente que ya no sé qué pensar!