El médico al paciente: -Bien, el tratamiento ha terminado. Supongo que ahora ya no creerá usted que tiene enemigos imaginarios. -Ya no, doctor. Desde que estoy en sus manos, todos mis enemigos son reales.
El médico al paciente: -Bien, el tratamiento ha terminado. Supongo que ahora ya no creerá usted que tiene enemigos imaginarios. -Ya no, doctor. Desde que estoy en sus manos, todos mis enemigos son reales.