Libro de chistes cortos buenos

Un tren en Arizona fue asaltado por unos bandidos, que se apresuraron a vaciar los bolsillos de todos los pasajeros. Uno de éstos era un viajante de comercio que, al ser registrado, resultó que llevaba doscientos dólares. Rápidamente separó cuatro billetes del fajo, y entregó sin demasiadas historias el resto al atracador. -Pero ¿qué diablos hace usted? -preguntó el atracador, apuntándole con su revólver. Rápida llegó la contestación: -¿Es que me va a negar usted un descuento del diez por ciento en un negocio de pago al contado como éste?