El embalador le pregunta a la señora que le ha llevado a dos monos para que los meta en una jaula para facturarlos. -¿Los quiere montados? Y ella, distraída, contesta: -No, sólo que se estrechen la mano.
El embalador le pregunta a la señora que le ha llevado a dos monos para que los meta en una jaula para facturarlos. -¿Los quiere montados? Y ella, distraída, contesta: -No, sólo que se estrechen la mano.