La mañana siguiente de la noche de bodas el esposo se acerca a la ventana y exclama: -¡Qué dÃa más bueno! Y la esposa suspira: -SÃ, en efecto: ¡pero yo preferirÃa que siguieras buscando las bondades aquà dentro!
La mañana siguiente de la noche de bodas el esposo se acerca a la ventana y exclama: -¡Qué dÃa más bueno! Y la esposa suspira: -SÃ, en efecto: ¡pero yo preferirÃa que siguieras buscando las bondades aquà dentro!