Libro de chistes cortos buenos

Después de 30 años viviendo solo en la selva, con los monos como única compañía, y los agujeros de los árboles como único elemento adecuado para el placer sexual, resulta que un buen día Tarzán y Jane se conocieron. Jane vio por primera vez a Tarzán mientras él practicaba vigorosamente el acto sexual en el agujero de un árbol. Jane quedó sobrecogida por la imagen y en seguida se ofreció a Tarzán. La joven dama se tumbó sobre el césped, desnuda, y de par en par, esperando la acción de Tarzán. El hombre mono lo que hizo fue tomar carrerilla, arrancar y pegarle a Jane una gran patada ahí mismo... Jane, medio llorando, gritó: -¿Por qué has hecho eso, estúpido? A lo que Tarzán respondió: -Yo siempre comprobar si haber ardillas.