Libro de chistes cortos buenos

Un hombre entra en una farmacia, pero tiene dificultades a la hora de explicar a la dependienta lo que necesita. Es muy nerviosa y tiene verguenza. La chica comprende, y le pone un paquetito delante de él. -No se preocupe, señor, he entendido enseguida lo que usted deseaba... A la mañana siguiente, aparece otra vez el hombre y le devuelve el paquetito. -Pero, señorita, ¿cómo quiere que con esa goma inflable mejore mi diarrea?