Libro de chistes cortos buenos

Una joven entra en la iglesia con pantalones y la teta izquierda descubierta. Le cierra el paso el cura párroco, diciéndola: -¡Hija mía, así no puedes entrar en el templo de Dios! -Pero, Padre, yo tengo el derecho divino... -Sí hija -dice el cura, mientras no le quita ojo-, especialmente lo tienes en el seno izquierdo. ¡Pero así no puedes entrar.