Libro de chistes cortos buenos

Dos médicos examinan a un paciente. -A mí lo que menos me gusta es su hígado. -A mí tampoco me gusta nada -dice el otro doctor. -Coincidimos totalmente -acepta el enfermo-; para mí no hay nada como una botella de vino y un buen filete, ¡el hígado para los gatos!