Eran dos amigos que van de acampada pero a la noche escucharon ruidos. Nada menos que una fiera los acechaba y uno le dice al otro. -Te cojo los tenis. -¿Para qué amigo, no ves que por mucho que corras no le vas a ganar a la fiera? -Tienes razón amigo, a la fiera no le gano corriendo pero a ti si.