Libro de chistes cortos buenos

Era un tipo que se acercó a un pueblo argentino con la intención de buscar a un compañero que hacía mucho que no veía. Se encontró a otro tipo y le dijo: -Por casualidad ¿no sabrá donde vive un tal Fernando Díaz Zaragoza? -La verdad es que no. Mire, aquí todo el mundo tiene su apodo, ¿no sabrá por casualidad su mote? -Creo que lo llamaban el payasito. -¿El payasito? ¡Anda si ese soy yo!