Libro de chistes cortos buenos

Pedro iba conduciendo todo borracho y Antonio a pesar de ir borracho también iba temblando con la temeridad de Pedro. -¡Cuidado que nos matamos! -Tranquilo Antonio hip, que yo voy bien. -Pedro esa curva es muy cerrada. -Pero claro hombre, ¡que pensabas que a estas horas de la noche estaría todavía abierta?