Libro de chistes cortos buenos

Iba paseando cuando de repente veo a una niña tratando de bañar un gato. Le pregunto: -Pero niña, ¿por qué haces eso? Se puede morir. -Que bah, mi gato es muy fuerte. En esto que sigo y al camino de vuelta encuentro la niña llorando a lágrima tendida. -Se murió el gato ¿verdad? Si ya te dije que pasaría... -No fue al lavarlo, fue al ¡exprimirlo! buaaaah