Libro de chistes cortos buenos

Unos asteriscos están celebrando una fiesta cuando suena el timbre de la pureta. Abren y aparecen un punto. Uno de los presentes le dice: -Lo siento, pero esta fiesta sólo es para asteriscos. Y el punto replica: -¡Ya lo sé, yo también soy un asterisco, lo que pasa es que llevo el pelo engominado.