Dos locos están en un manicomio. Uno de ellos dibuja un círculo con una tiza y marca un punto en el centro. Después salta al interior del círculo. Permanece un rato allí y después vuelve a salir. El otro loco, que ha estado observándolo con interés, le pregunta: -¿Qué haces? -Es que me aburría en casa y he ido al centro. -¡Ah, muy bien! ¿Podrías hacerme un favor? La próxima vez que vayas al centro ¿podrías echarme esta carta al buzón?