Libro de chistes cortos buenos

Un señor está visitando el zoo y, de repente, ve a un hombre llorando desconsoladamente en el suelo. Se acerca y le pregunta: -¿SE encuentra usted bien? -Estoy muy triste, es que se ha muerto el elefante... El señor, conmovido, dice: -Ah, entiendo, ¿era usted su cuidador? -¡No! -contesta-. ¡Yo soy el que tiene que abrir el hoyo para enterrarlo!