Libro de chistes cortos buenos

Un señor está parado en la calle junto a un perro, y otro señor que pasa le pregunta: -Oiga, ¿su perro muerde? -¡Qué va, es más manso que un cordero! El hombre se agacha para acariciarlo y el perro le suelta un buen mordisco. -¿No me había dicho que su perro no mordía? ¡Menudo bocado me ha arreado! -Le aseguro que mi perro no muerde... ¡pero es que este no es mi perro!