Un señor entra en un restaurante. Pide una porción de pastel de pescado, prueba un poco y llama al camarero. -¡Camarero, este pastel es repugnante! -¡Pero señor... si precisamente es nuestra especialidad! ¡Hace años que lo servimos! -¿Años? ¡Entonces no me extraña que esté pasado!