Libro de chistes cortos buenos

En una fiesta de disfraces los invitados enmascarados bailan la mar de felices. Entretanto, un loro observa la fiesta desde su percha. Un tipo disfrazado de Napoleón pasa por su lado, y el loro le ladra. -¡Madre mía! ¡Nunca había oído ladrar a un loro! -¿Es que no ves que voy disfrazado de perro?