Dos gallinas están paseando por el bosque de noche, cuando, de pronto, aparece un lobo. Las pobres gallinas echan a correr como locas y finalmente logran despistar al lobo. Una le dice a la otra: -¡Ay, qué miedo he pasado, pensaba que se nos iba a comer! Y la otra, sin inmutarse, le responde: -¡Pues yo no he tenido nada de miedo! La primera se ríe y le replica: -¡No seas embustera, pero si se te ha puesto toda la carne de de gallina!